LOS GIGANTES MIGRATORIOS QUE VAN CADA AÑO A LOS CABOS

Todos los años, entre la primera quincena de diciembre y la primera quincena de marzo, las ballenas grises llegan a Baja California Sur atraídas por su clima, la gran cantidad de alimento disponible y las características de algunas de sus bahías y lagunas de agua salada.

Guerrero Negro, la Laguna de San ignacio y la Laguna Ojo de liebre, en López Mateos, son los sitios en donde esos enormes cetáceos se aparean y también donde un año después van a dar a luz.

Las aguas poco profundas y la gran concentración de sal son propicias para que lleven a cabo sus tareas reproductivas, luego de las cuales siguen bordeando el sur de la península hasta internarse en el Mar de Cortés.

En los primeros meses del año, es común ver a estos gigantes marinos nadando por uno de los mares más profundos del mundo y también más ricos en la producción de plancton, krill y otros pequeños crustáceos.

Desde las terrazas de los hoteles y restaurantes, es fácil observar a la distancia a las ballenas madres acompañando a sus crías; pares de ballenas y también otras nadando en solitario que se internan por el Golfo de California para ganar la mayor parte de la energía que utilizarán durante el resto del año.

Para tener una experiencia de mayori proximidad con las ballenas, la mejor opción desde Cabo San Lucas es dirigirse a López mateos, un trayecto que en auto puede durar unas tres horas.

En la laguna Ojo de Liebre, son estos curiosos animales los que se acercan a las lanchas de los visitantes para verlos de cerca e incluso es común poderlas tocar. Un espectáculo tan poderoso, que justifica el trayecto para experimentar ésta que es una gran experiencia de vida.

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